La seguridad vial es el piso común de cualquier ciudad. Para las empresas, asegura continuidad operativa mientras que para el ciudadano de a pie, significa caminar con confianza y usar el transporte sin sobresaltos. ¿Qué percibe la ciudadanía y qué pide priorizar? En Research Land analizamos este tema y queremos compartirte los hallazgos obtenidos. Sigue leyendo para conocerlo.
De acuerdo con la estrategia “Piensa, lleguemos a salvo” de la Secretaría de Salud, los accidentes viales son un problema de salud pública: figuran entre las principales causas de muerte y lesión a nivel mundial. Su impacto trasciende a las víctimas directas y alcanza a sus familias, comunidades y sistemas de salud.
¿Qué dicen los números? La estadística de Accidentes de Tránsito Terrestre en Zonas Urbanas y Suburbanas (ATUS) elaborada por INEGI indica que en 2024, en zonas urbanas y suburbanas de México se registraron 374,949 siniestros viales.
De todas las entidades del país, Nuevo León está a la cabeza en las siguientes categorías:
Por otro lado, Michoacán encabeza los rubros de:
Y Guanajuato está en primer lugar en:
Por eso, entender cómo convivimos en la calle —y en particular el respeto entre conductores— es clave para prevenir riesgos. A continuación, algunos hallazgos que obtuvimos en Research Land.
De acuerdo con el estudio “Movilidad 2025” que realizamos, al preguntar a los mexicanos “¿Cómo describen el respeto entre conductores de autos y motos?” los datos muestran una opinión dividida, con matices por edad, género y región:
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A los encuestados se les preguntó: “¿Qué suelen hacer cuando alguien comete una infracción frente a ellos?”, respondieron lo siguiente:
Las respuestas a la pregunta: “¿Qué crees que es más importante para evitar accidentes viales?” apuntan a cuatro hábitos con mayor impacto percibido:
Por ello, la ciudadanía propone cuatro frentes de acción para resolver el problema.
Como se observa, la seguridad vial no se resuelve con una medida aislada: se construye con hábitos cotidianos y decisiones públicas bien enfocadas. Cuando ambos niveles se alinean, la calle se vuelve más predecible y segura.
Para activar esas mejoras, la investigación de mercados funciona como brújula y tablero de control: con datos en mano, las intervenciones dejan de ser apuestas y se convierten en mejoras sostenidas.
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Fuentes:
INEGI — ATUS (tabulados interactivos).
Secretaría de Salud — Estrategia Nacional “A SALVO”.
Research Land - Estudio “Movilidad 2025”.